Algunos fotógrafos optan por centrar sus esfuerzos en mejorar la calidad de sus fotografias (tanto artística como comercial) mientras que otros priman la cantidad de fotografías en su portafolio sin dedicar tanto tiempo a mejorar la calidad de estas. ¿Quién tiene la razón?Dejando de lado la satisfacción personal que se obtiene al crear una obra de calidad, a veces, caer en la trampa de querer aumentar a toda costa el tamaño del portafolio se puede convertir en un arma de doble filo, ya que el ahorro de tiempo en la preparación y ejecución de cada fotografía se suele perder después en el postprocesado y el alta de una mayor cantidad de fotografías a cada una de las agencias en donde trabajemos. En mi opinión, es un error pensar que hacer 1 fotografía que consiga 80 descargas equivale a hacer 10 fotografías que consigan 8 descargas cada una de ellas.
Para ilustrarlo con un ejemplo, voy a analizar las fotografias dadas de alta por mí durante el mes de mayo de 2007 en la agencia Shutterstock. Ese mes dí de alta 33 fotografias de las cuales, 2 de ellas (el 6% del total de ese mes), pueden considerarse de gran calidad comercial sobre la media de mi portafolio. Descartando las descargas obtenidas el primer mes debido a que las fotografias se dieron de alta a lo largo del mes y no el primer día, se puede apreciar que el segundo mes estas dos fotos consiguieron un 34% del total de descargas conseguidas por las 33 fotografias. Sin embargo, el promedio de descargas obtenidas por estas dos fotografias a lo largo de los meses posteriores es de un 60%, mientras que las 31 restantes han conseguido el 40% restante. Estos números se pueden extrapolar al resto de fotografias de mi portafolio con lo que se aprecia que las buenas fotografías no sólo consiguen muchas más descargas que el resto desde un inicio, sino que se mantienen mucho mejor que el resto con el paso del tiempo. En resumen, si queremos conseguir descargas mas o menos estables en nuestro portafolio debemos centrarnos en la calidad de las fotos y no en el volumen.
